Las herramientas de personalización deben ser fáciles de usar, fáciles de encontrar, y fáciles de editar, tanto con una clara intencionalidad y un claro beneficio para los usuarios.
La personalización permite a los usuarios hacer selecciones y preferencias establecidas en un sistema con la intención de darles un mayor control sobre su propia experiencia. La personalización permite a los usuarios seleccionar el contenido, la interfaz, la funcionalidad o el diseño que más les encaje. Sin embargo, las herramientas de personalización requieren trabajo y aportaciones por parte de los usuarios, por lo que se deben diseñar de manera que atraigan, y ofrecer una recompensa adecuada para el trabajo invertido por el usuario.